miércoles, 29 de febrero de 2012

Día 1.-

Voy a comenzar presentándome. 
Mi nombre es Andrea, tengo 17 años, y soy bisexual. No es que sea la manera perfecta para empezar... pero es un dato que siempre debo recordar. A lo largo de todo esto, evitare decir tanto mi nombre, como el de otras personas, en el caso de que sea descubierta.


Empezare contando todo desde años anteriores.


Nací en 1994, a las 2 de la tarde. Creo que no se nada más de mi nacimiento, y es normal.
A los 6 años, mi mamá me obligo a entrenar Kung Fu. 
A los 11 años, la escuela cerró, y me cambie de deporte. Comencé a hacer Taekwondo WTF.
A los 12 años, me cambie de mi segundo colegio, y como alumna ejemplar, me fui al mejor colegio del país. 
A los 13 años, me dijeron que tenia una enfermedad llamado Hipotiroidismo.
A los 14 años, intente suicidarme varias veces.
A los 14 años, murió mi abuelo.
A los 14 años, comenzó a gustarme una amiga, que me tomaba de la mano, que me llevaba a todos lados, que era como mi novia, pero aún así nunca le guste.
A los 15 años, seguía cortándome las piernas con una hoja de afeitar.
A los 15 años, rechacé la amistad de una chica. A mediados de ese año, me bese con ella en una fiesta. A finales de ese año, me di cuenta de que a ella le había dolido tanto mi rechazo, que solo quería jugar conmigo.
A los 16 años, comencé a escribir en FanFiction.
A los 16 años, conocí a mi actual novia, que vive en otro continente.
A los 16 años, me empezó a gustar esa chica más que nunca.
A los 16 años, me di cuenta de que era imposible que entre nosotras existiese algo.
A los 16 años, me sentí vacía porque ya no tenia a nadie a mi lado.
A los 16 años, entre al centro de alto rendimiento.
A los 16 años, nació mi hermana pequeña.
A los 17 años, salí campeona nacional de Taekwondo.
A los 17 años, un 20 de noviembre, nos confesamos.
A los 17 años, me hice novia de la mejor chica del mundo.
A los 17 años, me di cuenta de que ese amor que sentía me hacia mucho daño, pero me encantaba.
A los 17 años, me torturo pensando que jamás voy a lograr nada.
A los 17 años, entendí que tanto vomitar, entrenar, llorar y dejar todo, no me estaba dando nada a cambio.
Hoy, a mis 17 años, pensé por primera vez, en dejar aquella pasión que lastima mi alma y mi cuerpo. El Taekwondo.


Y finalmente, sentada aquí, en mi cama, con el netbook sobre las piernas, en un día nublado, he decidido escribir esto para sentirme un poco liberada.
Hay cosas que no puedo contar a nadie. 
Hay preguntas que solo puedo hacer al aire.
Hay personas...que nunca deben enterarse de esto.
Jamás.
13:17 pm.